Las ciudades siempre han sido importantes para el desarrollo de la sociedad. En la Grecia clásica, las polis fueron el origen de la democracia y desde entonces nadie duda de que son el principal motor económico de los países. De hecho, el 20% del PIB mundial lo generan las 10 ciudades más importantes del planeta. En los últimos años el proceso de urbanización se ha acelerado y hoy más del 50% de la población mundial vive en ciudades. En España, ese porcentaje ronda el 70%.
Casi todos nosotros hemos elegido vivir en ciudades atraídos por las posibilidades que ofrecen tanto a nivel personal como profesional. En ellas queremos encontrar mejores puestos de trabajo, mejores servicios médicos, mejor educación, un ocio más interesante o lugares para practicar deporte; en definitiva, ciudades en las que realizarnos. Solo las ciudades que sean capaces de anticiparse a las necesidades futuras de sus habitantes ocuparán los primeros puestos en los rankings de las mejores ciudades para vivir y tendrán un papel vital en el desarrollo económico del país. Esto supondrá también una mayor calidad de vida y oportunidades de desarrollo para sus ciudadanos. Por ello se debe crear un debate abierto entre los habitantes de cada ciudad para decidir qué soluciones van a adoptarse para hacer de su entorno una ciudad más sostenible a nivel económico y social.
El proceso de concentración en las ciudades tiene innumerables beneficios económicos y sociales, aunque supone importantes retos, medio-ambientales, ya que sus infraestructuras no han crecido a la misma velocidad que sus habitantes y se han convertido en el enemigo número uno del cambio climático. De esta forma, a pesar de que las ciudades ocupan sólo el 1% de la superficie terrestre, consumen el 75% de la energía mundial y son responsables del 80% de las emisiones de CO2.
La buena noticia ante todos estos problemas es que lassoluciones ya existen, aunque es necesario impulsarlas. Los retos del futuro se tienen que empezar a solucionar ahora y es necesario contar con la opinión no solo de los políticos, sino también de los ciudadanos, urbanistas, tecnólogos o expertos demográficos para ayudar a crear ciudades con equipamientos más adaptados a las necesidades de todos. Es muy importante completar esta visión haciendo hincapié en la sostenibilidad medioambientalde la ciudad, que es lo que analizamos en este estudio.
No puede haber ciudades competitivas sin unas infraestructuras adecuadas, para que puedan generar riqueza y ser atractivas a la vez que sostenibles económica, social y medioambientalmente. Eficiencia energética, movilidad urbana e interurbana, sanidad personalizada y preventiva, gestión del agua y residuos, smart grids, seguridad y automatización industrial son las claves.
La inversión para hacer frente a esta situación puede ser un freno para más de una Administración y precisamente por ello, es necesario buscar fórmulas de financiación adaptadas a las necesidades de cada ciudad. El uso de tecnologías sostenibles (cuyos ahorros permiten financiar la inversión); los contratos que garanticen el rendimiento o las fórmulas de financiación públicoprivada son posibilidades, cada vez más importantes,que debemos analizar.
El estudio 25 ciudades sostenibles es una muestra del compromiso de Siemens con el desarrollo de las ciudades españolas. La conclusión es que la mayoría de ayuntamientos ya ha realizado un ejercicio de autoanálisis para detectar sus áreas más débiles y ponerles solución. Los resultados son esperanzadores y esperamos que en unos años nuestras ciudades copen los principales puestos en los ránkings internacionales.